«Después del Invierno» en el Centro Hispano-Japonés

Por MJ. Sarmiento • 15 de marzo, 2005 • Tema: Exposiciones, José Antonio Sarmiento, Textos

JOSÉ ANTONIO SARMIENTO
“DESPUÉS DEL INVIERNO”
Cerámicas de anagama y noborigama

Del 2 al 22 de Marzo de 2005
CENTRO CULTURAL HISPANO-JAPONÉS
Salamanca (España)

WABI SABI

Algunas obras de arte, independientemente del lugar y tiempo a que pertenezcan, consiguen despertar en nosotros ese estado de contemplación del misterio. En el libro El Arte y sus lugares Antoni Tàpies habla de ello y de esa clase de trabajos que según sus palabras: «lejos de ser fantasías de artistas y poetas son una necesidad para nuestra salud (o salvación) tanto individual como colectiva».

«Después del Invierno» muestra cerámicas de José Antonio Sarmiento (León, 1956); alfarería actual realizada en un horno de estilo japonés anagama-noborigama. Trabajos de espíritu artístico y carácter informal que hasta hace poco el gusto occidental consideraba «heterodoxos», lo que ya no es así desde el conocimiento de la expresión actual que ha visto ampliado su horizonte con la profundización de otros planteamientos en materia de arte. Entiende J-A. Sarmiento que el momento de la vida actual necesita, más que nunca, la integración del arte en la misma. A ello se entrega sin descanso. En busca del sentido o la razón de ser, vivir y sentir el arte; sobre todo, se trata del Arte de la Vida. Toma para sí la sabiduría de la tradición pero hace el camino a la inversa, es decir parte de la extensión de la modernidad.

Los trabajos que contemplamos nos muestran las cosas tal y como son, aceptan la realidad. Son obra del hombre y de los elementos: la tierra y el fuego blanco ―alimentado con leña de pino durante siete días completos―, de la ceniza y el viento, del agua y del sentir el cambio de las estaciones. La conciencia del artista deja trabajar a la inconsciencia del artesano. José Antonio pone los medios para que todo se desarrolle del modo más natural posible. No hay premeditación, y, sin embargo, todo está hecho de modo consciente. Ante todo, para él es importante tomar parte en todas las fases del proceso, no abandonar la pieza en ningún momento. Surge el sonido: la sinfonía de la tierra silenciosa. Ante todo, libertad en las formas. Austeridad en el modo de trabajar: preparar la pasta cerámica y los esmaltes, la elección escueta de los colores (pocos, elegantes y profundos), el modo de concebir la obra y profundizar en el sentido de la misma. De cada uno de los pasos y de todos ellos transparenta un concepto estético universal próximo al Wabi Sabi. En Japón, Wabi Sabi son términos que describen un concepto de belleza absolutamente desprovisto de sofisticación, un sentir, un estilo de arte o mejor dicho un modo de percibirlo. De dicho concepto surgió la belleza del teatro Noh, la de los objetos contemplados por la estética Zen más austera, el poema breve o Jaiku, los jardines de piedra… ¿Cómo traducir a otras lenguas el significado de Wabi Sabi? No hay palabra que pueda expresarlo, mas a su espíritu nos acercan los versos de Fujiwara Teika (1162-1241):

Miro más allá
No veo flores
No veo hojas carmesí
En la playa, una cabaña solitaria con cubierta de paja recién cortada
En la luz menguante
De una tarde de otoño

Las cerámicas de José Antonio Sarmiento, que ahora pueden contemplarse en Salamanca, tratan del Arte de la Vida, de la hospitalidad.

MJ. S.


CRÍTICA:

– El amable Sr. Shunsuke Fujimori después de ver esta exposición publicó una reseña en la web (en japonés). Según nos dijo su «impresión objetiva», e incluye al comentario imágenes de la misma.

Texto: Shunsuke Fujimori; traducción al español: Saori Takiguchi (ver la versión original con imágenes en «reseña»).

Aquí en Salamanca he conocido al Sr. José Antonio Sarmiento, quien trabaja con un horno estilo japonés “Noborigama – Anagama”; un horno que no es común en España. Y que él mismo construyó en León (España), después de su estancia en Japón, y con el que está estableciendo su propia y peculiar manera de trabajar como un ceramista español muy particular. Yo le presenté al Centro Hispano-Japonés de la Universidad de Salamanca para celebrar su exposición, ahora escribo esto como introducción para los japoneses. Aunque no se sea especialista en el arte de la cerámica, el espectador se percata vivamente al ver su obras que él está desarrollando unos horizontes muy particulares. Ha presentado un número de obras que a continuación vamos a ver, no muchas por la capacidad de la sala.

Primero unas tazas de té verde (chawan): está claro que se hicieron con conciencia de la taza de té verde; las hizo con arcilla de su país preparada por él, presentan un color tostado fundido (recuerdan a Bizen), son tazas tranquilas y elegantes. Deseo adquirir ésta (foto) porque creo que nó podré llevar a Japón conmigo las demás vasijas a causa de su tamaño. Imaginen el tamaño de las obras por la foto de la vista general de la sala, en relación a la escala de la persona. Cualquiera de estas obras son mucho más grandes de lo que los japoneses suelen hacer. Él tiene gran interés en hacer piezas funcionales, pero me parece que piensa también el arte de la alfarería como escultórico. En mi opinión, muy personal, sus obras tienen un sentido de extensión del espacio que incluye a la naturaleza: una abstracción del cielo y su región de Castilla y León. Es decir, que las hizo como un objeto que expresan su entorno.

No imaginen las aldeas de Japón. Su región está en un llano a la altitud de más o menos 1000 metros y una inclinación muy suave donde se extienden los campos. En una parte, un río corre por el despeñadero rocoso, pero sólo en la cumbre de la colina. Se extiende un llano inmenso al lado del río, en la otra parte se extienden los valles, así que parece que la tierra donde vive la gente forma un círculo suave,la vista alcanza el horizonte en la lejanía. Imagino que para la gente de ahí, que viven de la agricultura (latifundio) la naturaleza de su aldea se asemeja a la bóveda celeste. Las obras de José Antonio Sarmiento tituladas “Esferas” son jarros para admirar como objeto, pero podemos disponer en ellos flores o situarlos en el jardín; en el tokonoma o espacio sagrado del salón de una casa japonesa, o en el espacio de meditación. Siento algo de la actitud del país católico. En la otra parte, se han colocado una línea de vasos para flores, a la manera de un bosque de bambú o de abedul blanco. La rama seca y la flor de la camelia han sido dispuestas por el mismo ceramista. !Qué japonés es su mundo de flores puestas!, a diferencia del arte del arreglo de flores del “Japón moderno” que sentimos demasiado sofisticado y comercial, en las exposiciones de Tokio donde las escuelas compiten. Aquí, me parece sentir la tranquilidad de alma que los japoneses tenían en los tiempos de mis abuelos. Me gustaría recomendar a ustedes estos sentimientos. “El florero inclinado”, que su autor él mismo eligió para el cartel de la exposición, tiene una forma creativa y personal, a su manera. Siento profundamente estas formas como una creación personal de su autor. He escrito esta introducción para alabar a José Antonio Sarmiento. Seguramente podrán apreciarle los españoles que les guste meditar y muchos japoneses.

Enlace al texto «El renacer del arte aurático».

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