MADOLA: Tierras y plomo

Por MJ. Sarmiento • 18 de marzo, 2007 • Tema: Artículos, Artistas

Obras que resisten el tiempo, obras con significado

«(…) en mi trabajo se necesitan diez años para aprender una técnica, diez años para llevarla a cabo y diez años para saber lo que quieres hacer con ella» (Madola, en una conversación con Montserrat Nomen)

MADOLA, nombre artístico de Mª Angels Domingo Laplana (Barcelona 1945), es una de las referencias importantes de la escultura cerámica. La tierra cocida en alta temperatura, el tachismo pictórico potenciador de su gesto de modelado informal (con predilección por tonalidades sobrias: negro, blanco y azul, junto con el color propio de la arcilla), o el empleo de la lámina de plomo presente en sus últimos trabajos –abrazando la materia cerámica–, definen el procedimiento técnico y matérico en el que se desarrolla el universo de esta singular escultora. Además, a todo lo dicho hay que añadir el lenguaje objetual que expresa la configuración del «sentido» en su inquietante y misteriosa obra, mediante la profundidad del «significado».

Serie «Aguas Perdidas» BROCAL 1999
Tierra chamotada, óxidos y esmalte; 80 x 53 x 50 cm

¿Cómo definir el tema, y el significado? Aunque en ocasiones la escala elegida sea de carácter monumental, sería muy poco decir que la obra se describe por su carácter arquitectónico; incluso si se inspira en formas propias de la arquitectura (columna, arco, menhir, dolmen, altar, puerta…), personalmente entiendo que la profundidad de su lenguaje articula estas formas más como símbolo que como representación. Y aunque en ocasiones toma para sí la resonancia de los objetos o enseres de la vida (en forma de libro, copa, urna…), tampoco considero exacto clasificar su obra como figurativa.

Madola

Serie «Aguas Perdidas» FONTBLAVA 2003
Tierra chamotada, óxidos y colorantes; 120 x 25 x 40cm

En un fugaz repaso por las diversas Series (siempre compuestas por piezas únicas) y otras esculturas aisladas que a lo largo de los últimos cuarenta años de dedicación plena Madola ha realizado –comenzó muy joven-, me parece interesante citar algunos de los títulos y cronología de las mismas, para situarnos en el lenguaje de la artista: Copa (1966); Serie “Bonys” 1977-78; Serie “Esteles” (Estelas) 1985; Serie “Aigües Perdides” (Aguas Perdidas)1999-2003; Serie “Urnes” (Urnas) 2003; Serie “El Cos” 2005; Serie “Llibres” (Libros) 2005. También citaré algunas piezas aisladas que representan el sentido de su trabajo: LEKU 2002 (tierras y plomo/ dolmen sagrado de memoria, del eco del viento); AFRICANA 2003 (Tierras y plomo/ que arrastra hacia la tierra virginal, primer lugar); CAP DE JOAN 2003 (Tierras y plomo/ dientes contra dientes, y siempre sangre, sangre y más sangre); LLIBRE BLAU. EL LIMIT DE LA MATERIA. HOMENATGE A JOAN MIRÓ 2004 (tierras y plomo/ límite de color y movimientos, y de alegría); MEMORY I 2004-2005 (Tierras y plomo/ dentro jarras grandes de barro rojo con un gran vientre); MEMORY II, 2004-2005 (Tierras y plomo, depósito de grano con dibujos, o sepultura); PESCI GUIDANO LA NOSTRA NAVEGAZIONE… HOMENATGE A ESTHER ALBARDANÉ, 2004 (Tierras y plomo/ ¿qué podemos hacer sino un pez azul? ¿la retendremos?).

Madola: Tierras y plomo

Serie «Aigües Perdudes» PICA AMB BLAU 2004, 95 x 55 x 43 cm

Esta última obra que cito «Pez guiando nuestra navegación…» –un homenaje póstumo dedicado a un artista amiga de la autora- me causó una profunda impresión, cuando en el 2005 visité el estudio de Madola. La pieza es una gran urna, de unos 60cm. con una tapa cuyo borde se ha pintado con óxido de hierro, en la que se ha tallado una cruz o un aspa que llega en sus cuatro extremos hasta el mismo borde de la circunferencia modelada; sobre la cruz –en el mismo centro- el esgrafiado de un triangulo quebrado, y por fuera, amarrada a la urna, una maroma ata con fuerza al vientre de la misma un pez azul Klein toscamente modelado. En ese momento aunque yo no conocía el título, como digo la obra no estaba expuesta sino allí en su estudio -entre otras- esperando a ser embalada para alguna exposición, me produjo mucha inquietud: esa emoción de naturaleza inexplicable que a veces te recorre la espalda. Después, al conocer el enunciado (“Pesci Guidano la nostra navegazione… Homenatge a Esther Albardané”), comprendí mejor la fuerza motivadora de esta escultura. La huella impresa como el rastro que una tormenta deja a su paso.

El Informalismo europeo, al mismo tiempo que la corriente expresionista americana, inició en la década de los últimos años cincuenta y sesenta un lenguaje que modificaría la apreciación estética en consideración a lo diferente, y por qué no decirlo recuperaría la idea de “belleza” para el arte contemporáneo occidental -aunque desde un gusto opuesto a la tradición romántica.

Serie «Urnas» 2003
Tierra chamotada, óxido, esmalte y plomo 12x30x8 cm

En dicha senda algunos artistas encuentran inspiración en lo primitivo, también en lo antiartístico, e incluso en lo cotidiano (en las cosas de la vida). Se encuentra, en la importancia de la no ocultación de la propia naturaleza de la materia y sus peculiaridades, el medio más adecuado para desarrollar un discurso nada ortodoxo. Este movimiento ocurre en la cerámica de estudio como en las demás expresiones artísticas: pintura, escultura, danza, poesía, e incluso el teatro y la música clásica contemporánea también acusaron estos cambios de apreciación. No obstante, el llamado Informalismo, y sus derivaciones: Art Brut (arte crudo), “Arte Otro” (expresión acuñada por el crítico francés Michel Tapié), o como se prefiera designar, mantendría sustanciales diferencias con la llamada corriente Expresionista. Aunque coincida con dicha matriz estilística en la necesidad de proclamar con energía la libertad expresiva del gesto/acción -colaborando y potenciando el lenguaje propio de los materiales utilizados, lo que es igual que decir sin ocultar su «naturaleza»- en el llamado Informalismo el «significado» es vital. Concretemos un poco más.

De esta naturaleza: la arcilla se contrae, se agrieta, se excava, se raspa, se moldea: conserva la memoria de laceración, la del modelado expresivo, la revolución del movimiento o su deconstrucción; la arcilla se quiebra, se petrifica; el esmalte, el engobe, y la tierra aportan el color a la cerámica: la pincelada se empasta o se diluye, el color se incrusta en el soporte, lo emborrona. En esto coinciden las dos tendencias, pero ahora la singular diferencia entre la Abstracción expresionista y el Informalismo europeo está en que este último conserva el discurso filosófico contemplando su “identidad cultural”, hasta trascender en un «significado», de la mano de la expresión de la materia, pero utilizándola como soporte y yendo más allá de ella misma. Cuando nos referimos al sentido de la obra, no hablamos de los significados buscados por las corrientes artísticas precedentes -el discurso psíquico del surrealismo, ni el del nihilismo dadaísta, ni siquiera el del llamado arte conceptual (verdugo del objeto); tampoco nada hay en común con lo que se entendió por significación desde la épica renacentista de contenido bíblico o mitológico- Se trata de una expresión perteneciente al pensamiento laico que se refiere a cosas que importan (que son de este mundo). Desde una línea de pensamiento en cierto modo coincidente con un contenido filosófico próximo a la corriente existencialista. De tal manera se observa en su contexto una preocupación que mira hasta la raíz de cuestiones fundamentales sobre el verdadero sentido de la vida. Aunque no necesariamente de modo explícito se muestre en la recreación formal.

Serie «Urnas» AIXOVAR 2005
Tierras chamotadas,zinc y plomo 9x28x13 cm (colección particular)

El artista se construye una fonética propia, un lenguaje fundamentado en la materia, para poder con libertad enfrentarse o adquirir el valor de mirar hacia temas profundos. Realiza un ejercicio de reflexión sobre la «existencia» y nuestro destino. El artista es el comunicador y en cierto modo se convierte en “Chaman”, en el exorcista capaz de enfrentarse a lo que permanece oculto/maldito; nos plantea interrogantes sobre asuntos vitales, desde un ángulo afín a caminos abiertos por pensadores como Heidegger, Sartre, etc. Ni el significado ni la forma tiene que ver con modas (flor de temporada). Encuentra el punto álgido de tensión en la materia por medio de la consecuente razón de su pensamiento. El observador sensible y atento puede percibirlo sin demasiadas dificultades, a pesar de que la obra se pueda presentar para determinados criterios en permanente conflicto con lo que vulgarmente se considera como tono de afinación armónica atemperada. La rotundidad del discurso objetual se explica por sí mismo desde su fonética material adoptada como representacional; mas al utilizar la armonía atonal se incide en lo “relativo”, y presenta un nuevo concepto de belleza en la disonancia: en el otro lado («Arte Otro»).

La obra profundiza en asuntos que superan el espanto, si no para desentrañar el misterio, al menos para luchar contra la desolación, en tanto que se permite saber un poco más sobre las certezas de la efímera existencia. Percibir lo que es verdaderamente importante pone en marcha el molino triturador de lo superficial. Y termino esta introducción en torno a la cuestión informalista, citando algunos de los artistas que fueron los primeros adoptando lenguajes de la materia: directos, exentos de cualquier amaneramiento, para transcribir en arte estos interrogantes. Pienso en Jean Fautrier (19898 – 1964), en la creación de Dubuffet (1901-1985) realizada durante los últimos años 50 y 60. En la continuidad del informalismo español de Tapiès, Saura y Millares. En mi opinión, desde el mencionado punto de vista, de esta tradición es heredera la poderosa obra de Madola.

Madola comenzó en los años sesenta a hacer cerámica. Y desde entonces su plena dedicación seguiría su curso natural in crescendo, ganando gravedad, solidez y peso específico, hasta conquistar la libertad. He aquí el fruto de su dedicación y genio.

Madola

Serie «Urnas» 2005
Tierra chamotada, óxidos, esmalte y plomo 12x13x8cm (colección particular)

Para enfrentarnos al arte de nuestro tiempo nos recomienda el prestigioso historiador y crítico Francisco Calvo Serraller una máxima del gran filósofo Spinoza: «Ni amar, ni detestar, sino comprender». Para cualquier «arte de la mirada», nos advierte Serralller de la necesidad de invertir en horas y horas de contemplación: «Este requisito es tan inapelable que no puede ser sustituido por ninguna fórmula aprendida, porque uno puede informarse adecuadamente de, por ejemplo, cuales fueron los presupuestos doctrinales del cubismo, pero eso no le sirve para distinguir su calidad. La calidad de una obra de arte no se aprende: se experimenta y se experimenta con horas de contemplación directa de lo que se trata de apreciar. Éste es el “secreto” que cualifica a cualquier buen contemplador de lo artístico, al margen de la época y el estilo de la obra en cuestión» (F. Calvo Serraller, El arte contemporáneo; Ed. Taurus, págs. 219-220). Estamos completamente de acuerdo, entre otras cosas, porque ya hemos comprobado que solamente la buena obra resiste la revisión con el paso del tiempo.

Serie «Libros» LLIBRE BLAU II 2005
Tierra chamotada,óxidos,esmaltes y plomo 40x40x17 cm

MJ.S.

Currículum

Madola nace en Barcelona en 1944. Estudios de cerámica en la Escuela Massana de Barcelona, es licenciada en Escultura y ha cursado estudios de doctorado en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona.

Ha realizado exposiciones individuales y colectivas desde el año 1966 en diferentes ciudades de España (Barcelona, Madrid, Valencia, Islas Canarias y Baleares, Sevilla, Pamplona, Gijón, Logroño, Zaragoza etc…),y en el extranjero (Francia, Bélgica, Holanda, Suiza, Alemania, Italia, Reino Unido, Portugal, Hungría, Eslovaquia, Estados Unidos, Méjico, Venezuela, Japón, China, Corea etc.…)

Ha obtenido diferentes premios y distinciones, es miembro de la Academia Internacional de la cerámica con sede en Ginebra y del Work- Craft Council con sede en la UNESCO de París.

Es invitada en diferentes instituciones públicas y privadas para dar seminarios y conferencias sobre la cerámica de gran formato especialmente en espacios públicos.
Tiene obras en diversas colecciones públicas y privadas en Museos Nacionales e Internacionales.

Está Becada por la Generalitat de Cataluña para el estudio de diferentes materiales con intenciones escultóricas y su integración en espacios públicos.
Desde 1988 trabaja obras de gran formato para espacios públicos: en Barcelona (Plaza de la Fuente Castellana). Carretera Nacional 340 Sta. Coloma de Cervelló (Art i Natura). En Tarragona (La mà com a eina ). En Manchester (Catalan Square). En Corea, Icheon Park (Memory Catalonia- Korea), y en espacios privados dentro de el ámbito de España o en el extranjero.

Simultáneamente a su obra en cerámica, trabaja sobre papel y en obra gráfica desde 1980.

Madola

ESCRITS DE TALLER 2006
Tierra refractaria, óxidos, esmaltes y colorantes

Más información:
Alfar Galería Azul Expo

Madola website

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3 comentarios »

  1. Me ha gustado muchísimo la obra de esta artista. Felicidades, ha sido un gusto conocer su trabajo.

    Martha Garcia

  2. muy interesante tu trabajo. a los que nos gusta el analisis filosofico de la existencia nos viene barbaro FELICITACIONES

  3. Estamos felices las tres de ver tan maravilloso y poético trabajo!!! Viva Madola!!!!

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