XXV Aniversario de la Escuela de Arte de Talavera
Por MJ. Sarmiento • 2 de diciembre, 2008 • Tema: Noticias recibidasUNA EXPOSICIÓN DE CERÁMICA CONTEMPORÁNEA
EN EL MUSEO RUIZ DE LUNA, CON MOTIVO DEL
XXV ANIVERSARIO DE LA ESCUELA DE ARTE DE TALAVERA
Texto: Caridad Pleguezuelo
En este año 2008 que ya declina, la Escuela de Arte de Talavera ha cumplido sus primeros veinticinco años de andadura.
Un largo camino que hemos recorrido juntos muchos adeptos a la creatividad artística, docentes y pupilos principalmente, y en el que tantos puntos de interés han llamado nuestra atención, que nos hemos visto obligados a modificar, sobre la marcha, el itinerario trazado inicialmente.
Empezamos nuestro viaje con un objetivo único y claro: colaborar a salvaguardar la producción de cerámica de Talavera de la Reina, ciudad dedicada desde hace mucho tiempo a esta artesanía, que le aportó prestigio y bonanza económica durante los siglos XVI, XVII y XVIII, para entrar luego en una época de cierta decadencia, que afectó a todo el siglo XIX y que pareció resolverse a partir de 1908, hace justo cien años, con el impulso regenerador de Juan Ruiz de Luna y su fábrica de cerámica Ntra. Sra. del Prado.
Durante las décadas siguientes, los pintores y alfareros allí formados dieron origen a un sinnúmero de pequeños o medianos talleres que, con el tiempo, diversificaron tímidamente su producción, pero sin romper nunca del todo con la estética neorrenacentista del repertorio formal y decorativo derivado de la fábrica de Ruiz de Luna.
Los comienzos: la Escuela de Cerámica
Cuando en 1983 se creó la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos (pues así nos llamábamos entonces oficialmente, aunque se nos conocía por la Escuela de Cerámica), el claustro de profesores se constituyó con profesionales venidos de diferentes lugares del país, lo cuál propició, de forma natural, la apertura a nuevas formas de entender la cerámica, tanto técnica como estéticamente.
Pronto se vio la necesidad de hacer un gran esfuerzo para aunar el respeto a la tradición cerámica de esta ciudad, con la posibilidad de dar un giro hacia la modernidad. Tradición y Modernidad, dos conceptos en principio contradictorios ¿Cómo fundirlos?
No fue fácil. Para empezar, los docentes (insistimos, venidos de aquí y de allá), no estábamos familiarizados con la cerámica hecha en Talavera, pero enseguida aprendimos a respetarla, valorarla, reproducirla y a la vez sopesar sus posibilidades de innovación. Entramos en contacto con artesanos del lugar e intercambiamos experiencias interesantes para ambas partes.
Pasado el tiempo, algunos nuevos talleres fundados por alumnos formados en aquella primera etapa de la Escuela, han traído aires de cambio a la ciudad. En las fachadas se pueden contemplar hoy obras novedosas (y por tanto a veces también incomprendidas) o sorprendentemente clásicas; pero siempre con una impronta de calidad y con una originalidad en su diseño que son indiscutibles.
Nuestros antiguos alumnos también están detrás de algunos de los mejores ejemplos de recuperación y consolidación del patrimonio cerámico de Talavera de la Reina, demostrando con ello su interés en la conservación de lo que se considera más genuino en esta localidad.
Viendo unas y otras aportaciones, es obvio que el objetivo inicial de la Escuela está cumplido: la cerámica de Talavera sigue viva y, sin perder su técnica tradicional como base, se va adaptando a la nueva arquitectura, a las nuevas necesidades y a los nuevos tiempos.
La actualidad: la Escuela de Arte de Talavera
Hoy nos llamamos de otra manera: Escuela de Arte de Talavera, y en ella se estudian y aprenden muchos otros oficios artísticos. Hay quien añora los tiempos en que se nos conocía simplemente como la Escuela de Cerámica, pero las circunstancias sociales cambian y exigen nuevas alternativas docentes; y nosotros, como trabajadores de una institución pública, debemos atenderlas.
Sin embargo, la atención prestada a los estudios de Cerámica sigue siendo muy grande. Precisamente porque hay poca demanda, atendemos especialmente, y de forma muy personalizada, a los pocos estudiantes que hoy se deciden por este oficio. Como consecuencia, muchos de ellos quedan enganchados para siempre.
Una formación multidisciplinar y universal
Queremos hacer hincapié en que nuestros alumnos de Cerámica siempre recibieron, y ahora aún más, una formación multidisciplinar, muy abierta además al conocimiento de las diferentes culturas y conceptos estéticos universales.
En la aldea global en la que hoy vivimos, esto es natural y necesario. A más información y conocimiento, más posibilidades de captar influencias; de tolerar y, sobre todo, admirar y aprender de lo extraño; y más opciones al elegir cómo quieres que sea tu propia obra cerámica.
Hemos mirado a Oriente y nos han fascinado sus propuestas técnicas y estéticas. Hemos mirado al Sur y nos hemos contagiado de la espontaneidad primitiva de África. Hemos conocido gente del Norte, y nos han transmitido su especial inclinación por el trabajo bien hecho. Nos hemos encontrado con nuestros hermanos de sangre latina, y hemos compartido sensaciones parecidas.
Unos compañeros muy especiales
Y no ha sido éste un conocimiento superficial o puramente bibliográfico: a lo largo de estos años han venido muchos alumnos extranjeros a aprender a hacer cerámica en Talavera. Y nosotros hemos aprendido de ellos, porque siempre hemos expresado una curiosidad limpia, desinteresada, por sus costumbres, a la par que les hemos tratado con un profundo respeto.
También nos han visitado muchos ceramistas, procedentes de lugares tan dispares como Japón, Italia, Austria, Grecia o Norteamérica (y por supuesto de cualquier rincón de nuestro país) con intención de mostrarnos su buen hacer en cerámica. Objetivo cumplido siempre, por cierto, aunque recordamos también su saber estar.
Creemos que todos ellos, sin excepción, se han llevado una buena impresión de nuestro centro, de nuestra gente y de nuestra ciudad.
Esta continua confluencia de culturas da como resultado una obra cerámica realmente original, elaborada a partir de muy diversos precedentes estéticos (antiguos o contemporáneos, tradicionales o vanguardistas) y que está en la línea más avanzada de la cerámica contemporánea de ámbito internacional.
Unos profesores inquietos
La puesta al día del profesorado de la especialidad de cerámica ha sido y es continua, y ello implica tanto la investigación y la producción de obra propia, como su participación en viajes, ferias o congresos, nacionales e internacionales. En todos esos ámbitos se establecen contactos personales que se concretan en intercambios de experiencias en nuestra Escuela.
Una buena base documental
A lo largo de estos últimos veinticinco años, ha sido constante la adquisición de libros específicos y la suscripción a revistas especializadas, que se consultan continuamente en el transcurrir diario del aula y ayudan a mantener intacta la curiosidad por aprender de lo que han hecho los demás.
La consulta bibliográfica, de hecho, es un recurso didáctico enriquecedor, sobretodo cuando lo que queremos es formar ceramistas que, además de controlar el procedimiento técnico propio del oficio, tengan también un amplio bagaje cultural, de tipo humanístico, que les permita seguir ampliando su formación en el futuro, sin necesidad de un maestro que les oriente.
En los últimos años, lógicamente, también hemos incorporado las nuevas tecnologías al campo cerámico, ya sea en el proceso del diseño de objetos o simplemente para la búsqueda de información. De hecho, el potencial de internet para moverse virtualmente por la actualidad cerámica internacional es tal, que se está convirtiendo en una herramienta didáctica de uso imprescindible para nosotros.
La exposición de cerámica contemporánea en el Museo Ruiz de Luna
En Abril y Mayo de 2008, coincidiendo con los actos de celebración de nuestro XXV Aniversario, organizamos una exposición de obra realizada en nuestra Escuela, que se pudo ver en el Museo Ruiz de Luna, institución dedicada en exclusiva a la cerámica.
Quisimos mostrar que, en la fase actual de la Escuela, la enseñanza de la cerámica no sólo sigue ocupando un importantísimo lugar, sino que alcanza un elevado nivel de calidad.
Las obras expuestas son prueba evidente de que nuestro centro educativo siempre ha favorecido la creatividad, la innovación y la actualización permanente de la cerámica: nos hemos abierto a tecnologías y materiales novedosos; investigado nuevas pastas e ingeniado la manera de construir nuevos soportes; creado nuevos colores y nuevos temas decorativos. Se ha experimentado con cocciones en hornos de leña, abiertos o cerrados, y siempre construidos con nuestras propias manos.
Las piezas cerámicas así hechas han compaginado el lenguaje abstracto con el figurativo. Han revivido la estética de las vanguardias artísticas, aplicándola al soporte cerámico. Han congeniado hábilmente con la estética minimalista, conformando instalaciones. Se han inspirado en el Pop-art, fijando sobre azulejos iconos populares de todos conocidos. O se han contagiado del Land-art, insertándose de forma singular en la naturaleza. También, a veces, han intentado comunicar algo, en sintonía con el Arte Conceptual.
El conjunto de monumentales vasijas expuestas ha surgido, sin embargo, de las fuentes de la tradición popular, en concreto de la alfarería de basto de nuestra comunidad, pero los resultados, curiosamente, son de una rabiosa actualidad artística.
Hay que aclarar que estos trabajos de tierra cocida (si hablamos con propiedad, ejercicios de clase principalmente), siempre buscaron la exclusividad, el marchamo de obra única. Aunque la directriz de la maestra o el maestro es evidente e indispensable, siempre se ha potenciado la diversidad de respuestas. No olvidemos que nuestra especialidad es la Cerámica Artística (¿o quizás deberíamos llamarla “Cerámica Creativa”?).
En definitiva, son obras cerámicas de gran expresividad, que exploran las posibilidades comunicativas del propio material cerámico, tan rico en texturas o colores.
El carácter escultórico predomina en la mayoría de ellas, y el binomio lleno/ vacío encuentra muchas formas de manifestarse.
El conjunto de obras mostradas se puede asociar directamente a nuestro actual concepto de modernidad, que está claramente relacionado con la cerámica contemporánea internacional.
Como anécdota, y para terminar este artículo, simplemente añadiremos que algún miembro pionero de aquella etapa fundacional de 1983, se extrañó de las obras aquí presentadas, como si no se sintiera identificado con ellas. Pero comprendidas o no, estas piezas demuestran que la Escuela de Arte de Talavera, veinticinco años después, evoluciona acorde con los tiempos, adaptándose a las tendencias más actuales de la cerámica.
Para ser “simples trabajos de escuela”, algunas de las piezas cerámicas allí expuestas son dignas de figurar en colecciones públicas o privadas. Admitamos, sin reparos, que son objeto de deseo de muchos de los que nos emocionamos simplemente mirando, o tocando, si nos dejan, una obra de arte.
Si quieren saber más sobre nosotros, visiten nuestra pg. Web: www.escueladeartetalavera.com
Pero, si pueden, mejor vengan a conocernos personalmente. Les estaremos esperando.
Caridad Pleguezuelo Parugues, es profesora de Historia de la Cerámica en la Escuela de Arte de Talavera de la Reina (Toledo, España)
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